Zoe sale de casa, corre por el sendero, llega a su torre, escucha su nombre en el viento y regresa a casa. Parece que nada extraordinario está pasando y, sin embargo, este álbum, mezcla de poesía y acuarela, habla de lo más maravilloso: el recuerdo de una infancia sin escollos que todos los niños deberían tener.