Ser un maestro e endeñar a niños y jóvenes sigue siendo una profesión maravillosa; nunca se vuelve aburrida o insípida. Pero también es una vida profesional que de desarrolla bajo presión. Exigencias complicadas, un alto perfil de profesionalidad, entregar resultados sensatos, y por otro lado, estar atento a las necesidades individuales y el desarrollo de los alumnos, y ayudar a los padres a entender a sus propios hijos.
Todas estas características exigen que el maestro posea un talento multifuncional. El maestro está constantemente al servicio de otros, sin tiempo para sí mismo. Al dedicarte a esta profesión es muy fácil perder el equilibrio, ese equilibrios entre las necesidades interiores y las exigencias que los niños ponen en ti, sus representaciones teatrales, los padres, y el organismo que es la escuela en sí mismo. Si ocurre esto, esta maravillosa profesión nos amargara. Este libo es una guía para encontrar dicho equilibrillo, para lograr ms energía, mas creatividad, disfrutar más la responsabilidad, teniendo como objetivo lograr unos alumnos sanos y una profesión saludable.