Nadie puede ser educado y criado correctamente, ni ningún niño puede desarrollarse de acuerdo con sus tendencias innatas, sí el educador no comprende su naturaleza y condiciones vitales. Se cometen muchos errores fundamentales en el tratamiento y educación de los niños porque verdaderamente no se les conoce. Para educarlos en forma que les beneficie, es necesario su conocimiento a fondo. La manera cómo trabajan en el niño es de infinita importancia. Por eso, los educadores sólo pueden trabajar fructíferamente, si consiguen formarse un concepto vivo de estas energías.