Observando a los artesanos podemos apreciar muchos aspectos educativos. El gran abanico de oficios artesanales nos amplía la perspectiva sobre todo aquello que podemos llegar a saber hacer o incluso a dedicarnos en nuestra vida adulta. La relación entre los diferentes artesanos, como por ejemplo el campesino, el pastor, el curtidor y el zapatero, nos descubren también un panorama de vínculos que llena de sentido cada uno de los oficios y la vida social que los interrelaciona.
La voluntad en el proceso de aprendizaje, la perseverancia, la identificación con el trabajo realizado y la satisfacción del trabajo bien hecho son valores especialmente necesarios y de los que es bueno aprender a través de ejemplos reales como pueden ser los artesanos.
En este número iréis encontrando distintas y sorprendentes maneras de ir conociendo los oficios artesanales. Seguro que toda la familia lo disfrutará tanto como nosotros mientras preparábamos la revista.