En un principio no existían ni el día ni la noche, y los warao, habitantes del Delta del Orinoco, vivían en tinieblas. Hasta que un hombre envía a sus dos hijas hacia oriente, a la casa del joven dueño de la luz. La mayor se distrae en el camino, pero la hija menor conoce al joven y logra traer la luz de vuelta a su pueblo. Un cuento warao sobre el origen del sol y de la luna, con unas impactantes acuarelas que reflejan los míticos paisajes de los caños del Delta.
Premio Fundalibro al Mejor Libro Infantil del Año, 1995
Concurso NOMA de Ilustración, 1996
Los Mejores del Banco del Libro, 1996
White Ravens, 1996