Rudolf Steiner fue el artífice de un poderoso sistema de pensamiento que entrelaza lo humano con lo divino, tejiendo puentes entre la materia y el espíritu. En las reflexiones que aquí se recogen, se despliega su visión de la estructura ternaria de la existencia terrena del ser humano: la vida económica, el ámbito del derecho y la vida espiritual.
A través de estos tres pilares, se revela una comprensión más plena del ser y de la sociedad. Y es entonces cuando se vuelve evidente una herida profunda de nuestro tiempo: el trabajo humano, en lugar de ser reconocido como expresión de la dignidad y esencia sagrada del ser, continúa siendo tratado como una simple mercancía, despojado de su verdadero valor interior.