La fascinación por la tecnología digital, la preeminencia de los efectos sensoriales sobre los contenidos y los procesos, las incertidumbres sobre un hipotético futuro hipertecnológico y la presión de la industria TIC arrojan a los centros educativos a una dinámica de digitalización progresiva, carente de reflexión y justificación pedagógica.
Ante el demostrado efecto negativo de las TIC sobre el aprendizaje, su insostenible huella ambiental y el derroche de recursos
económicos, materiales y personales, este libro reclama la desdigitalización de la escuela y la apuesta por los contenidos
y competencias vivenciales, necesarios y urgentes en la infancia.